lunes, 28 de octubre de 2013

RIMA XLI 

Tú eras el huracán, y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡Tenías que estrellarte o abatirme!....
¡No pudo ser!
Tú eras el océano, y yo la enhiesta
 roca que firme aguarda su vaivén:
¡Tenías que romperte o que arrancarme!....
¡No pudo ser!
                                    Gustavo Adolfo Bécquer

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